5 de febrero de 2012

María del Mar Villafranca


Fuente: El Mundo
A las siete de la mañana de este domingo 5 de febrero María del Mar Villafranca dormía cuando la secretaria provincial de los socialistas de Granada, Teresa Jiménez, la llamó por teléfono para decirle que Rubalcaba quería hablar con ella. Dijo sí -qué otra cosa podía hacer- cuando el nuevo líder del PSOE le ofreció entrar en su ejecutiva como secretaria de Educación y Cultura. Se preparó un vaso de leche, se vistió con un traje de chaqueta color blanco y con su coche se fue a Sevilla para asumir el nuevo cargo y fotografiarse junto a sus nuevos compañeros.
No lo esperaba. Fue una sorpresa. Asumió ayer por la mañana un puesto que ella no había pedido y que ni sospechaba ocupar. Y lo hizo a propuesta de José Antonio Griñán y de los compañeros del aparato en su provincia que en ningún momento ocultaron su simpatía hacia Carme Chacón. En las negociaciones que vencedores y vencidos mantuvieron ayer de madrugada el nombre de la directora de la Alhambra fue propuesto por su solidez cultural y aplomo intelectual. Quién mejor que ella para hacer frente al ministro José Ignacio Wert, parece que le dijo Griñán a su nuevo secretario general.
María del Mar Villafranca ha conseguido convertir la Alhambra en el monumento más visitado de España. Para Griñán, para su jefe en Andalucía, la granadina es como una de esas hijas de familia numerosa que vuelven a casa cada día con buenas noticias. El conjunto monumental es lo único que ahora genera beneficios a las famélicas arcas andaluzas. Su gestión es un ejemplo de buen gobierno para la comunidad internacional y el plan director que ella misma diseñó una pócima mágica con la que equilibrar conservación y presión turística.
Además, estas últimas semanas ha salido fortalecida de la polémica que la ha enfrentado con el alcalde de Granada, José Torres Hurtado, a propósito de la idea del mandatario popular de taladrar la colina de la Alhambra para construir un ascensor que acerque a los turistas a los palacios nazaríes. Le han bastado un par de declaraciones opuestas al proyecto para sumar a su causa a las principales instituciones internacionales que trabajan en la conservación del patrimonio.
Ahora la cosa será bien distinta porque María del Mar Villafranca, que nació en 1961, no ha ocupado nunca puestos orgánicos en el partido en el que milita desde sus años de juventud. Estudió Historia en la Universidad de Granada y desde bien joven inclinó sus gustos por el mundo del arte, donde se la considera una líder. Fue directora general de Bienes Culturales cuando la ex ministra Carmen Calvo ejercía de consejera de Cultura en Andalucía, y su trabajo fue fundamental para la puesta en marcha del Museo Picasso Málaga. Pero una cosa es el alto gobierno de una institución cultural y otra bien distinta la secretaría política de un partido que ha cosechado los peores resultados de su historia y que en un par de meses amenaza con repetir un nuevo fracaso en las elecciones andaluzas.
María del Mar Villafranca ha abandonado el áurea de independencia que siempre la caracterizó, y que la hizo incluso merecedora de continuar al frente del Patronato de la Alhambra en el caso de que el PP formara gobierno en Andalucía. Ha dejado de ser una "outsider" en su propio partido. Ahora forma parte de su estructura nuclear. A sus deliciosos asuntos alhambreños deberá a partir de ahora sumar las prosaicas carpetas del día a día político. Bien visto para Griñán y sus aspiraciones como candidato a presidente de la Junta no ha sido una mala idea integrar a Villafranca en sus huestes. Para qué engañarse. A la hora de buscar peso cultural tenía poco donde elegir.
:)

2 comentarios:

Miguel Chamorro dijo...

Me alegro por el nombramiento, eso indica que el Partido se renueva y busca nuevos valores humanos. Me gusta.
Como usuario de La Alambra, he de decir que las veces que he estado, se ve mucha y muy buena organización. Como fotógrafo, sólo hecho de menos que nos dejaran utilizar el trípode, ...aunque fuera pagando algún pequeño derecho.

Koffler dijo...

Por las veces que he hablado con ella me ha parecido que tiene buenas ideas para la Alhambra. Me gustan mucho su actitud y sus proyectos. ¿Pero esto significa que abandona la dirección del Patronato?